lunes, 30 de noviembre de 2015

Aeroparque

Era viernes y como todos los viernes yo entraba a la guardia al mediodía. Nos pasamos la tarde mensajeándonos. Ya nos extrañábamos.
Recibí un mensaje de Él que decía "Siempre disfruto de extrañarte, hoy no". Quería teletransportarme a su casa y abrazarlo con todas mis fuerzas. Más tarde me dijo "Te parece que mañana vaya para allá y tomemos mates?" - "Pero no vas a estar con tu hijo?" - "Sí, pero lo llevo" Mi corazón se detuvo y me sentí muy nerviosa. *Quería que conociera al hijo. Esto está yendo en serio. Qué hago? Y si le caigo mal? No quiero caerle mal*
Ya sábado yo di mil vueltas antes de salir de mi casa, estaba más nerviosa que nunca. Quedamos en encontrarnos en el Mc Donald's de Palermo. Llegué tarde, claro. Lo veo a Él en la fila para pedir, lo saludo y miro para todos lados buscando un pequeño. "Adiviná donde está" Me lo señala y estaba muy tranquilo sentado comiendo su hamburguesa. Una vez que le dieron el pedido volvimos a la mesa y me lo presenta. Yo no sabía qué decir ni que hacer. "Ahora vuelvo, voy a comprar" - "Bueno dale" le dije pero mi cabeza pensaba *No me dejes sola! Qué hago? Qué le digo? Que situación incómoda*. Quedamos ambos en silencio. "Te gusta Hora de Aventura?" - "Sí, me gusta" - "Yo tengo una remera" - "Qué lindo! Yo también tengo una remera de Jake. Y mirá, tengo un juego" - Le dí mi celular y se puso a jugar. Cuando Él volvió le conté que estábamos hablando que nos gustaba Hora de Aventura y que le había prestado mi teléfono para jugar.
Cuando terminaron de comer nos subimos al auto y le dijimos al pequeño que le teníamos una sopresa; lo llevamos a Aeroparque, a ver despegar y aterrizar los aviones. Tengo que confesar que nunca había ido, así que era nuevo para mí también.
Estuvimos un buen rato mirando los aviones y más tarde cruzamos la avenida para tomar mates mientras mirábamos el río.
No quería que se fueran, quería pasar más tiempo con ellos; la estaba pasando muy bien. Le propusimos al pequeño ir a merendar. "Qué queres merendar?" - "Mmmmh.. Lechón!" - "No podes comer lechón a esta hora cabezón, no querés una chocolatada?" - "Bueno está bien" .Y arrancamos al shopping para ir a merendar.
Una vez que merendamos los tres, le ofrecimos si quería ir al pelotero un rato; dijo que sí. Nosotros aprovechamos para charlar, abrazarnos y darnos algún que otro beso.
Ya era la hora que se volvieran a su ciudad y los acompañé a Once a tomarse el colectivo.
Camino a Once Él le pregunta al pequeño "Te gusta que Lu sea la chica que me de la mano?" *mi corazón hizo vacío y creo que debo haberme puesto pálida - más pálida que de costumbre -* "Sí" respondió. Respiré.
Los dejé enfrente de la parada del colectivo y me despidieron.
Me volví a mi casa con una sonrisa de oreja a oreja, plena, feliz. *Lo amo. Sí, lo amo. Estoy enamorada. Quiero pasar mis días con Él. Es Él el hombre que quiero a mi lado.*
No podía decírselo; tenía que encontrar una manera para sugerírselo. No quería que se asustara

Había encontrado el amor. Y no iba a dejarlo pasar.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Orion

Un fin de semana decidimos salir a un boliche de su ciudad; no recuerdo si fue viernes o sábado.
Estábamos adentro del boliche y en un momento salimos para el patio. Me agarra de la cintura y me dice "Mirá, conocés la constelación de Orion?" y ante mi respuesta negativa sigue "Ves esa estrella que está ahí? Esa brillante. Esa es la cabeza. Y las Tres Marías? Forman el cinturón. Ves esa otra más a la derecha? Que brilla un montón? Es el disparo de la fecha" - A todo esto estaba medio borracho, en el patio del boliche, haciendo la forma de la constelación con sus brazos y piernas - Era una escena bastante tierna y dulce; aún la recuerdo y me enamora.
Nunca me interesó la astronomía ni esas cosas que tienen que ver con eso. Pero esa noche fue diferente. Quise aprender; quise que Él me enseñara.
Esa noche no fue una noche más. Esa noche fue especial.
Esa noche me enseñó algo que recuerdo todas las noches que miro el cielo. Miro el cielo y está Él ahí, en la constelación de Orion.

Niceto

Habíamos planeado ir a un recital ese día, caía miércoles. Él llegó alrededor de las 19hs con su amigo y fuimos los tres a tomar una cerveza mientras esperábamos a una amiga que también iba a venir.
Ya era la hora de ir a Niceto, además tenía que encontrar un lugar para estacionar. Entramos. Claramente no había empezado todavía y tampoco tenía intenciones de empezar a horario. Mi amiga se había olvidado el documento entonces no podíamos subir al primer piso donde era para mayores de 18. Pedí en puerta que por favor me dejaran salir para buscar el DNI y aceptaron. Corrí dos cuadras de ida y dos de vuelta; a esa altura necesitaba un transplante de pulmón. Volví a entrar y subimos a tomar algo. Él me abrazaba; me sentía completa. Estaba en el lugar que me gustaba, viendo al artista que me gustaba, con la persona que me gustaba. Qué más podía pedir?
Empezó a tocar y bajamos. Al tercer tema lo perdí. Me quedé con su amigo y mi amiga; aunque después lo perdimos a su amigo y quedamos nosotras dos solas.
Una vez que terminó el recital salimos afuera con mi amiga a esperarlo a Él y a su amigo. Apareció su amigo, pero Él no. *Dónde estará? Se habrá encontrado con ella? Y si se van juntos? No quiero verlos juntos. Yo sabía que esto iba a pasar; soy una estúpida* De pronto lo veo a lo lejos y le grito - claro, no iba a escucharme porque no escucha bien de uno de los oídos -, me acerco y  le hago señas. Nos quedamos ahí en la puerta un rato más tomando unas cervezas y fuimos a buscar el auto para volver. Una vez que llegamos al barrio fuimos a comprar una pizza y nos fuimos para mi casa a comer y a dormir.
Él se sentó en uno de los sillones, pensativo; yo estaba dando vueltas por la casa. De pronto me dice "Vos sabés?... La ví y no sentí nada" . Me senté a upa suyo y nos quedamos un rato mirándonos, acariciándonos las manos. Fueron las palabras suficientes para que terminara de decidir que quería poner mis fichas en esa relación. Me permití enamorarme.
Era Él la persona que quería a mi lado todos los días.

90 kilómetros

Era mitad de semana y le había prometido que iba a ir a su casa cuando terminara de rendir; y así fue.
Agarré todas las cosas necesarias para pasar la tarde en su ciudad, me puse ropa cómoda para poder sentarme en el pasto a tomar mates, plata para el peaje y el GPS.
En ese momento estaban arreglando la autopista, sumado a que siempre me pierdo manejando, terminé en Villa Madero. Sí, me fui absolutamente para el otro lado. Volví a setear el GPS para poder llegar a su ciudad. Después de muchas vueltas, rulos de autopistas, tránsito, mensajes con Él y un peaje demás, llegué a su ciudad. No sabía dónde estaba, nunca había viajado tantos kilómetros sola. Por primera vez Él llegó después de mí. Se subió y fuimos a una estación de servicio a buscar agua para el mate. Me llevó a recorrer el centro de la ciudad - de la mano -, conocí a su hermana y aprovechamos para comprar algo para comer con los mates. Fuimos hasta la Costanera donde nos sentamos en el pasto (que estaba frío y húmedo) y entre mates y charlas se pasó la tarde. Me invitó a conocer su casa y a seguir tomando mates; accedí.
Llegamos a su casa, calentamos agua y nos sentamos a charlar; también nos sacamos nuestras primeras fotos. Ya era demasiado tarde, estaba muy enganchada con Él.
Quería pasar mi tiempo con Él, abrazarlo, besarlo, cuidarlo, quererlo. No quería volver a mi casa; quería quedarme con Él.
Finalmente volví a mi casa alrededor de la medianoche; me sentía rara, pero feliz.

Ya no quería pasar más tiempo lejos de Él; necesitaba verlo más seguido.
Lo amaba en secreto.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Elecciones

Empezó a quedarse los viernes a la noche en mi casa y los sábados se volvía a su ciudad. No nos veíamos ni mensajeábamos tanto hasta ese momento.
El domingo me mandó un mensaje temprano; era la letra de lo que parecía ser una canción. "Qué lindo. Me re gusta lo que escribís" - "No lo escribí yo, me lo escribieron a mí". En ese momento mi corazón se detuvo por una milésima de segundo y mi pecho sintió el peor de los vacíos; la chica del recital se lo había escrito. Para colmo no tuvo mejor idea que decirme "Yo la quiero un montón todavía y yo sé que ella me quiere a mí".
Quería llorar, quería gritar, quería desaparecer. Le mandé más mensajes pero Él no me los respondió sino hasta más tarde. *Se habrá ido a verla?* . Me fui a votar, angustiada; quería necesitaba que me respondiera. Entre los mensajes que le mandé había frases como - Si ustedes quieren estar juntos yo no me voy a meter en el medio; yo sabía que esto iba a pasar porque me encariño con la gente; la verdad que no me alegra que la piba tenga el corazón roto. -
Me respondió más tarde mi catarata de mensajes; no entendía nada. Tuvimos una charla sincera donde me explicó cómo eran las cosas que le pasaban y yo le conté cómo me sentía yo. Le estaba diciendo que el 29 no iba a ir al recital que tenía pensado ir; me interrumpió y me dijo "Yo te quiero Lu". Mi corazón se detuvo de nuevo y mi pecho se cerró. "En serio me querés?" - "Sí, Lu".
Le confesé que tenía miedo y me dijo que con miedo no iba la cosa, que era mejor dejarlo ahí. Mi respuesta fue un largo mensaje en donde le decía que quería arriesgarme y poner mis fichas en Él. Yo también lo quería pero me ganó de mano al decirlo Él primero. Lo quería desde antes, desde que pasamos la primera noche juntos pero tenía miedo de decírselo; no quería que se asustara.
Ese día elegí arriesgarme, elegí poner mis fichas en una persona que no conocía mucho pero que me atrapaba. Elegí enamorarme; lo elegí.

Esa noche nos despedimos por mensaje.
"Te quiero Lu" - "Yo también te quiero".

Olivia

Te soñe, y desperté sonriendo.
Te escuché jugando en la habitación.
Y pasa los días, las horas, te espero y no quiero pensar que lejos estás.
Olivia! Oh oh oh.. Olivia oh oh oh!

viernes, 27 de noviembre de 2015

Tigre

Quedamos en encontrarnos en Plaza Italia alrededor de las 14hs para ir hacia Tigre. Puse el GPS para llegar sin problemas - y obvio, me perdí - y arrancamos para Tigre.
Charlamos, cantamos, nos reímos.
Una vez que llegamos estacioné en el Puerto de Frutos; era lunes y no había casi nadie en todo el predio. Decidimos comer algo, estábamos muriendo de hambre. Comimos una hamburguesa y compartimos unas papas fritas. Para bajar la comida fuimos a caminar por la zona; de la mano. Sí, me dio la mano y caminamos cual pareja enamorada por todo Tigre.
No recuerdo cuánto caminamos ese día pero sé que fueron muchas cuadras. La caminata ameritaba unos mates calentitos al costado del río con chipás caseros que había preparado el día anterior. Charlamos, seguimos conociéndonos y también conocimos un perro que andaba dando vueltas por ahí en busca de comida y a un par de palomas miedosas.
Ya empezaba a oscurecer y también a hacer más frío, por lo que fuimos a dar una última vuelta antes de que los negocios cerraran. De la mano. Obvio.
Le pregunté si le quedaba más cómodo que lo dejara en otro lugar en vez de Plaza Italia pero me dijo que era mejor que lo deje ahí - *bien! Así tengo una excusa para pasar más tiempo con Él, aunque sea en el asiento del acompañante* - Me tomé mi tiempo para llegar hasta capital de nuevo y no quería dejarlo. Quería pasar más tiempo con Él.
Lo dejé en la parada de Plaza Italia; me despidió con un beso. Di la vuelta con el auto para agarrar Avenida Santa Fe hacia el otro lado. *No le mandes mensaje, vas a parecer una desesperada. Esperá. Esperá. Esperá.*
Suena esa tan esperada notificación, rogando que fuese Él. Y sí, era Él. No recuerdo cuales fueron sus palabras pero me derritieron - a esa altura me derretía cualquier cosa que me dijera, estaba enamorándome -.
Lo quería? Tenía mucho miedo; más que la semana anterior. Pero recordaba sus palabras "no tenemos nada que perder". Lo quería? No estaba segura, pero algo me decía que sí. Lo quería. De a poquito empecé a quererlo más y más.
Yo no tenía nada que perder. Él no tenía nada que perder.
La pregunta era en ese momento... Él se podía enamorar?

Miss You



Porque sé que no sos muy amigo ni fan del inglés
http://www.songstraducidas.com/letratraducida-Miss_you_584832.htm


Te extraño.

jueves, 26 de noviembre de 2015

La primera noche

Pasó el fin de semana, con votación de por medio. Y nosotros seguíamos hablando fluídamente.
Una noche cuando llego del gimnasio me confiesa que quería pasar una noche conmigo; toda una noche. En esa semana caía justo el feriado del 9 de julio, entonces le propuse salir la noche anterior y después pasar la noche juntos.
Más entrada la conversación me hace una pregunta - "Me crees si te digo que..." - Se me hizo un nudo en el estómago y sentí muchísimo más miedo. "Yo no tengo nada que perder y si vos tampoco...". No, no tenía nada que perder; de hecho el "no" ya lo tenía.

Llegó el día que nos íbamos a ver; nos encontramos en el Burger King de Avenida Santa Fe. Caminamos buscando la calle Armenia y como ninguno estaba familiarizado con el barrio llegamos hasta Plaza Italia. "Creo que nos pasamos. Dejame que busque en el GPS" Sí, nos habíamos pasado varias cuadras; odio caminar, pero con Él era diferente. Llegamos a la calle Armenia y charlando como quien no quiere la cosa estábamos en Plaza Armenia, esperando a un amigo que Él había conocido el día que nos conocimos.
Quisimos comprar una cerveza - sin éxito - y nos sentamos en la vereda de la plaza a esperar a su amigo. Cuando llegó se pusieron a charlar, dejándome afuera - bah, yo me dejé afuera porque no tenía nada que acotar en sus conversaciones - *por qué no me dio un beso? por qué no me abraza si estoy diciendo que TENGO FRIO?! será de esas personas que prefieren limitar los cariños a la intimidad?* Hacía bastante frío para estar sentados entonces caminamos hacia el bar adonde teníamos pensado ir. En la puerta había una súper fila y un muchacho vestido de Pikachu nos dice que la fiesta se iba a hacer en Costa Salguero, que estaban saliendo los micros desde la puerta del bar. Nos miramos con cara de decepción cuando entonces.. "Che hay una fiesta que se hace acá cerca, sale $X y tiene barra libre.. Quieren ir?" Los dos aceptaron la propuesta y fuimos rumbo al nuevo destino; yo lo agarré del brazo, casi como abrazándolo.
Llegamos al boliche; Él entró primero y yo segunda - *No me dio un beso, no hizo ningún movimiento. Qué onda? Ya fue, si no lo hago ahora no lo hago más* - Y lo besé. Fue el beso que más mariposas me hizo sentir en la panza; me sentía una nena.
Si me preguntaban si pensaba que  me iba a divertir tanto nunca lo hubiese imaginado. La música, las luces, la gente, el alcohol era todo perfecto para ese día. Tengo que admitir que tomamos bastante aquella noche y después de perder a un soldado emprendimos la vuelta a casa con Él.
Como pude armé la precaria cama donde dormiríamos y caímos rendidos. Despertarme y verlo a mi lado fue una de las cosas más lindas que me pasaron. Tengo que admitir que esa mañana empecé a enamorarme.
"No sé que es lo que querés vos, pero si te querés confundir contá conmigo"

Esa tarde cuando se tomó el colectivo me despidió con un beso en la boca.
Ya era demasiado tarde, algo más pasaba entre nosotros.

Jueves

Ese jueves no me iba a pasar lo mismo de la semana anterior; almorcé antes de que llegara. Me avisó que llegaría más tarde - *uf! menos mal, así podía hacer la digestión tranquila, sin nervios* - le dije que no había problema, que iba a comer algo tranqui mientras lo esperaba.
Llegó a la hora que me había dicho que llegaría (con atraso y todo); volví a buscarlo a la parada del colectivo. Me saludó con un abrazo cuando me vio, pero no hubo beso - amague, otra vez -. Esta vez había venido con su guitarra; al principio no pregunté, me daba un poco de vergüenza preguntarle por qué había viajado 90 km con una guitarra al hombro. Lo dejé pasar. Del bolsillo de la funda volvió a sacar un paquete de Ferrero Rocher - pequeños grandes detalles, si los hay - y me lo dio. "Me vas a hacer engordar". Pero a Él no le molestaban mis kilos de más; le gusté como era.
De nuevo los nervios me ganaron y no podía dejar de hablarle en el comedor, hasta que Él volvió a invitarme a recostarme a su lado.
Esta vez fue distinta, fue aún mejor que la anterior. Sentí amor, sin enamoramiento (todavía), me sentía bien; no me sentía vacía. Quedarme recostada a su lado, mirándolo, recorriendo su pelo con mis manos, riendo(nos), escuchando música, comiendo los bombones que me había traído. Fue especial. No me enamoré; sentí amor. Quise volver a verlo incluso antes de que se fuera en el 165.
Ese día preparé brownie casero y lo invité a tomar mates. Seguimos charlando (esta vez hablé un poco más) y tomando mates la-va-dí-si-mos, se notaba que lo había preparado yo.
Eran las 18hs y ya había oscurecido, yo tenía que irme a la facultad a atender a mi paciente que seguramente llegaría antes que yo. Esta vez no lo acompañé a la parada, Él ya sabía donde era y estaba seguro que no se iba a perder. Nos despedimos en la puerta de mi casa con un beso en la mejilla, otra vez.
Él se fue para un lado y yo para el lado contrario. No le mandé mensaje; esperé a que Él me mandara.. Y lo hizo.
Estaba contenta, me sentía bien; pero tenía miedo. Sentía las ganas y la necesidad de hablar con Él; pero tenía miedo.
Miedo? Hacía mucho no sentía eso. Miedo al dolor. Miedo a salir lastimada. Miedo.

Miedo.

Next day

Viernes
Yo entraba a la guardia al mediodía. Recuerdo que me mensajeó desde temprano y me preguntó si conocía algún hotel por la zona de Once; iba a encontrarse con una ex. Estaba manejando, escuchando música y buscando en internet algún hotel por la zona para ayudarlo. Encontré uno, se lo mostré y me dio el ok. Me agradeció.
Entré a la guardia y dejamos de hablar por un rato, hasta la noche.
Esa noche salí a bailar con amigas y tomé lo suficiente como para levantarme al otro día con un poco de resaca. En mitad de la noche me preguntó que estaba haciendo y le comenté; me dijo que no quería molestar. Le insistí con que no me molestaba que me mandara mensajes pero se quedó dormido; tenía que levantarse temprano al otro día y llegar a Once antes del mediodía.
Esa noche volví a mi casa y al acostarme pensé en Él.

Sábado
Me desperté tarde y gracias a la vibración del teléfono. Era Él; le pregunté que había pasado (estaba bastante enojado). Su encuentro había sido cancelado y estaba en Once, a las 12 del mediodía, solo. Me preguntó si quería hacer algo y le dije que más tarde quizás sí, pero que en ese momento no porque me estaba despertando con resaca.
Estuvo dando vueltas. Por dónde? No lo sé. Pero llegó a la esquina de mi casa alrededor de las 15hs y fuimos en búsqueda de un lugar donde tomar una cerveza (sí, a las 15hs y con resaca). Llegamos a un lugar que yo tenía entendido que era barato y bueno. Pedimos una Stella de litro. Se largó a llover.
Tomamos cerveza y charlamos, aunque yo estaba bastante callada. Él me hablaba de su ex y de otras personas que no recuerdo (mentira, sí recuerdo pero no quiero recordar); no entendía por qué me hablaba de esas cosas a mí, pero lo dejé pasar y escuché. Pedimos otra Stella que no tardó mucho en desaparecer; ya eran cerca de las 17hs y yo tenía que volver.
Caminamos hasta la esquina de mi casa y Él decidió ir solo a la parada - ya había aprendido donde quedaba - Llovía.
Me saludó con un beso en la mejilla y un abrazo.
Me dijo que cuando quisiera podíamos volvernos a ver.
Se fue.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Y siguió..

No me alcanzaba con verlo ese día, ese rato nada más. Quería más, quería conocerlo; me intrigaba su ser. Quería saber quién era, de donde venía, a dónde iba.
Le confesé que me gustaba, claro que adaptado a la situación. No fue una confesión y tampoco exactamente le dije que me "gustaba". Hubo una respuesta y decidí verlo de nuevo.
Fue el 25 de junio. Yo estaba nerviosa y no había comido nada; Él llegó más tarde de lo que había dicho y ya había almorzado. Me acuerdo que me pidió un cepillo y pasta de dientes. *qué detalle! Se iba a poner lindo para mí*
Y llegó. Nerviosa? Me quedaba corto el adjetivo. Lo fui a buscar a la parada -me preguntó qué colectivo lo acercaba, le dije 5 líneas diferentes y Él eligió la más complicada: el 165- Me saludó con un abrazo y yo moría de vergüenza.
Hablamos un rato y los nervios eran cada vez más. Me regaló unos Ferrero Rocher, con eso cortamos un poco el clima de nervios. Me invitó, en mi propia casa, a mi habitación. Me dijo que me pudiera cómoda y me invitó a recostarme con él.
Lo que pasó después prefiero guardarlo en mi cabeza, no porque haya sido para olvidar, sino todo lo contrario. Fue tan mágico que quiero reservarlo sólo para mí. Para mí y para Él.
Sentí cariño, sentí amor. Recostada a su lado haciéndole caricias en el pelo, recorriendo con mis manos sus brazos y su pecho, su mano contra la mía, sus manos grandes y brutas haciéndome delicadas caricias sobre la piel.
Yo no buscaba enamorarme, no.
Compramos facturas y preparé café. Mientras estaba en la cocina me contó tantas cosas que no las recuerdo, excepto una. Tiene un hijo y no quería tener más.
Charlamos -Él habló- mientras tomábamos café. Más tarde lo acompañe a la parada del 165 (claro, no quería saber nada con tomarse otra línea). Cuando me saludó creí que iba a despedirme con un beso y sin embargo me dio un abrazo y un beso en el cachete y me dijo "nos vemos chavita".
Yo no quería enamorarme, no.
Traté de no mandarle mensaje pronto, de hecho no me acuerdo cuánto tiempo pasó pero creo que le dije alguna cosa sin importancia, solo para decirle algo.
Más adelante quedamos en vernos de nuevo. *por qué? Qué tenía Él?* Me había gustado su forma de ser, su manera de hablar, sus besos, sus abrazos, sus caricias, su sonrisa.
"Podríamos vernos el jueves próximo. Qué te parece?"

martes, 24 de noviembre de 2015

Todo comenzó..

Algún tiempo atrás en la isla del sol.. NOT. Pero sí se cruzaron nuestros caminos por ¿casualidad?. Quizás así hubiese sido más romántico, pero no se dio de esa manera. Fue un 21 de junio, alrededor de las 20hs, en Pompeya.

Hacia tiempo venía manijeando con querer verlo en vivo, la última vez había sido en enero. Cuando me enteré que en ese recital iba a cantar temas de mis discos preferidos no dude ni un segundo en comprar la entrada. Le dije a mi mejor amigo y el accedió a acompañarme.
Fue un sábado cuando a través de facebook me llegó una solicitud de amistad ¿? - Por qué me habían mandado una solicitud de amistad? - No teníamos amigos en común, ni grupos, ni siquiera vivíamos en la misma ciudad. Acepté. No tenía nada que perder (hasta ese momento).
Me habló. Muy colgada yo y Él me hablaba bastante - qué pesado, qué le pasa? me conocerá? -
Coincidíamos en el recital del domingo; me dijo que iba a ir solo desde su ciudad, le ofrecí ir con mi amigo y conmigo y compartir unas cervezas antes de entrar.
Le dije que iba  a llegar a las 19hs; claro que nunca llegué a ese horario y encima estaba sin celular. Él viajó 90 kilómetros para verlo en vivo y llegó a la hora que había dicho; yo vivo a 20 cuadras y llegué una hora tarde, una-hora. Me mandó un mensaje para preguntarme donde bajarse, que ya había pasado las vías. "BAJATE YA, TE PASASTE CHABON".
Llegué alrededor de las 20hs con mi amigo, bajamos del colectivo y había dos kioscos. Admito que  me daba un poco de vergüenza andar cabeceando para ver si lo encontraba en el kiosco de Avenida Sáenz. Kiosco nro 1: no estaba. Cruzamos la calle; kiosco nro 2: *creo haberlo visto, será Él?; me acerco* Lo señalo, lo miro, era Él, la descripción era la que Él me había dado. Nos saludamos, compartimos un par de cervezas (Él ya había estado tomando) y me ignoró hasta que entramos. *Qué onda? me hablaba y ahora no me da bola?*
"Hey, feliz día" - "Gracias" y sonrió.

Canté, bailé, me reí, grité, me empujaron, empujé.

"Guachin, nos re fuimos. Te vi con una piba y no quise joder. Tomate el 160 para palermo"
"Recién llego a casa. Espero verte pronto chinita"

Fueron las palabras suficientes para querer volver a verlo - Mentira, desde que lo vi me interesó conocerlo pero me había ignorado.


Fue un 21 de junio, alrededor de las 20hs, en Pompeya. Muy poco romántico, no? Mentiría si dijera que me enamoré cuando lo vi; no estaba en mis planes enamorarme.
Era de noche, oscurecía temprano, hacía frío. Quería volver a verlo, quería conocerlo, quería más; no me alcanzaba con ese rato, me pareció distinto.
Nos cruzamos en la vida por casualidad/causalidad/karma/destino.

Y hoy a mi vida le falta Él.