jueves, 14 de enero de 2016

El último helado

13 de enero. Cumpleaños de Carlos en Niceto. El último recital. El último viaje. El último helado. Frambuesa quería Él, pero no había. Le di de probar fruti di bosco y accedió a pedirlo; el mio de chocolate y tramontana.
Helado de frutilla para siempre; hasta que fuéramos viejos. Ese era el plan, nuestro plan.
La vida nos juntó. Y después? Qué pasa después?
Hoy, siete meses después, el último chau. La última despedida antes que se tome el Chevallier que lo lleva a su ciudad; ese pequeño gran infierno.
A pesar de todo y de todos los que no apostaban por esto, helado de frutilla para siempre.

La eternidad nos pertenecerá.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Seis de Agosto


Le insistí tanto que accedió a que fuera a su casa ese jueves. Me acuerdo que llovía muchísimo y esa mañana me fui a hacer análisis de sangre. Al mediodía paró la lluvia y me fui a su ciudad. Cuando llegué no me recibió con un beso; Él estaba decidido a terminar todo. Después de ir a comprar yerba, una charla y un par de mates tuvimos el momento más hermoso que habíamos tenido hasta el momento. "Te amo Lu". Mi corazón y mi cuerpo se paralizaron y cuando reaccioné lo besé.
Acostados en la cama, mirándonos, hizo la pregunta. "Querés ser mi novia?" - Yo lo miro, sonrío - "En serio me estás preguntando?" - Muy serio me dijo que sí. - "Si, quiero ser tu novia"
Más tarde le confesé que yo también lo amaba y que se lo había insinuado el día de la pelea; Él me dijo que se asustó un poco cuando se lo dije ese día.
Fue un seis de agosto, a 90 kilómetros de la Capital, en un pequeño gran infierno.
Éramos dos adolescentes, de 23 y 25 años, felices.
No faltaba nada. No sobraba nada. Era todo perfecto.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Olivos

Le propuse pasar la tarde en algún lugar al aire libre ya que el día lo ameritaba. Quedamos en encontrarnos en Puente Saavedra e increíblemente llegué yo antes que Él; Él venía en colectivo desde su ciudad y era probable que llegara más tarde. Recibí un mensaje que decía que ya se había bajado pero todavía no lo veía, así que me dirigí a la parada que creí que estaba. Recibo otro mensaje - "Mirá atrás tuyo" - Ahí estaba Él, con su gorra que tanto lo caracteriza y los ojos bien achinados porque le daba el sol de frente. Hubiese sido más romántico si corría hacia Él y lo abrazaba; sin embargo me acerqué caminando despacio, sonriendo y lo abracé.
Caminamos hasta el auto y mientras charlábamos buscábamos un Mc. Camino a almorzar me pregunta si me podía contar algo. "Qué hacés si yo te digo que estoy casado?" - Me sorprendió pero no tanto. Me explicó que fue por motivos legales y le respondí que me parecía bien; que no me molestaba que estuviera casado. "Fui a hacer los trámites para empezar el divorcio. Me dijeron que vaya en un par de semanas"; "Casarse es un gancho, no me quiero volver a casar nunca". No quería tener hijos y no quería casarse, estábamos en sintonía porque yo para ese momento no estaba interesada en ninguna de esas cosas. Llegamos al Mc y almorzamos.
Cuando terminamos de comer caminamos abrazados hasta el auto mientras Él fumaba un cigarrillo *le dije que espere para prenderlo, estábamos al lado de una estación de servicio, pero no me hizo caso*. Puse en el GPS la dirección para llegar hasta el río y emprendimos viaje; estábamos a unas 20 cuadras. Cuando llegamos buscamos un lugar para comprar agua caliente y nos sentamos en el pasto, mirando al río. Eran vacaciones de invierno todavía y había bastante gente.
Pasamos la tarde tomando mates y charlando, pero hay algo que caracterizó ese día y fue que tuvimos nuestro primer cruce de opiniones/ideas.
Esa noche, antes de que se fuera, le hice una pregunta. "Cómo te das cuenta si estás enamorado?" No sé si fueron las palabras exactas y tampoco recuerdo su respuesta completa. Pero hoy puedo responderme a mi misma esa pregunta y decir que te das cuenta que estás enamorada si cada vez que esa persona se va sentís un vacío en el pecho y la necesidad de estar todo el tiempo con ese alguien especial. Te das cuenta cuando te levantás cada mañana y lo primero en los pensamientos es esa persona, cuando te acostás y en lo último que pensás es en Él. Te das cuenta cuando vos ya no sos vos cuando estás lejos de Él porque se convirtió en una parte esencial de tu vida. Es sentir que si lo perdés, perdés todo. Es querer dar todo por esa persona hasta lo que uno no tiene. Es escuchar canciones que no te significaban nada pero ahora tienen todo un nuevo sentido. Sonidos, olores, sabores. Eso es estar enamorada.
Esa noche peleamos. "Yo te amo como persona chabon" - *Se lo dije! Me lo saqué de encima. Obvio que lo suavicé con el "como persona", no tenía intenciones que se asustara. Pero no es suficiente* Por primera vez sentí que podía perderlo todo.
"No dejes de escribirme por favor, porque me haces falta como caramelos de propóleos cada madrugada"
Todavía me acuerdo de ese momento y se me cierra el pecho. Vuelvo a sentir lo que sentí esa noche cuando mandé ese mensaje de texto.
Lloré toda la noche y todo el día siguiente. Lo había perdido.
A la tarde me llega un audio; era Él. "Te quiero mucho mi amor.."
Todavía me quería y a mi me brotaba felicidad por los poros. Lo amaba. Estaba segura de eso pero no podía decírselo todavía. No.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Aeroparque

Era viernes y como todos los viernes yo entraba a la guardia al mediodía. Nos pasamos la tarde mensajeándonos. Ya nos extrañábamos.
Recibí un mensaje de Él que decía "Siempre disfruto de extrañarte, hoy no". Quería teletransportarme a su casa y abrazarlo con todas mis fuerzas. Más tarde me dijo "Te parece que mañana vaya para allá y tomemos mates?" - "Pero no vas a estar con tu hijo?" - "Sí, pero lo llevo" Mi corazón se detuvo y me sentí muy nerviosa. *Quería que conociera al hijo. Esto está yendo en serio. Qué hago? Y si le caigo mal? No quiero caerle mal*
Ya sábado yo di mil vueltas antes de salir de mi casa, estaba más nerviosa que nunca. Quedamos en encontrarnos en el Mc Donald's de Palermo. Llegué tarde, claro. Lo veo a Él en la fila para pedir, lo saludo y miro para todos lados buscando un pequeño. "Adiviná donde está" Me lo señala y estaba muy tranquilo sentado comiendo su hamburguesa. Una vez que le dieron el pedido volvimos a la mesa y me lo presenta. Yo no sabía qué decir ni que hacer. "Ahora vuelvo, voy a comprar" - "Bueno dale" le dije pero mi cabeza pensaba *No me dejes sola! Qué hago? Qué le digo? Que situación incómoda*. Quedamos ambos en silencio. "Te gusta Hora de Aventura?" - "Sí, me gusta" - "Yo tengo una remera" - "Qué lindo! Yo también tengo una remera de Jake. Y mirá, tengo un juego" - Le dí mi celular y se puso a jugar. Cuando Él volvió le conté que estábamos hablando que nos gustaba Hora de Aventura y que le había prestado mi teléfono para jugar.
Cuando terminaron de comer nos subimos al auto y le dijimos al pequeño que le teníamos una sopresa; lo llevamos a Aeroparque, a ver despegar y aterrizar los aviones. Tengo que confesar que nunca había ido, así que era nuevo para mí también.
Estuvimos un buen rato mirando los aviones y más tarde cruzamos la avenida para tomar mates mientras mirábamos el río.
No quería que se fueran, quería pasar más tiempo con ellos; la estaba pasando muy bien. Le propusimos al pequeño ir a merendar. "Qué queres merendar?" - "Mmmmh.. Lechón!" - "No podes comer lechón a esta hora cabezón, no querés una chocolatada?" - "Bueno está bien" .Y arrancamos al shopping para ir a merendar.
Una vez que merendamos los tres, le ofrecimos si quería ir al pelotero un rato; dijo que sí. Nosotros aprovechamos para charlar, abrazarnos y darnos algún que otro beso.
Ya era la hora que se volvieran a su ciudad y los acompañé a Once a tomarse el colectivo.
Camino a Once Él le pregunta al pequeño "Te gusta que Lu sea la chica que me de la mano?" *mi corazón hizo vacío y creo que debo haberme puesto pálida - más pálida que de costumbre -* "Sí" respondió. Respiré.
Los dejé enfrente de la parada del colectivo y me despidieron.
Me volví a mi casa con una sonrisa de oreja a oreja, plena, feliz. *Lo amo. Sí, lo amo. Estoy enamorada. Quiero pasar mis días con Él. Es Él el hombre que quiero a mi lado.*
No podía decírselo; tenía que encontrar una manera para sugerírselo. No quería que se asustara

Había encontrado el amor. Y no iba a dejarlo pasar.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Orion

Un fin de semana decidimos salir a un boliche de su ciudad; no recuerdo si fue viernes o sábado.
Estábamos adentro del boliche y en un momento salimos para el patio. Me agarra de la cintura y me dice "Mirá, conocés la constelación de Orion?" y ante mi respuesta negativa sigue "Ves esa estrella que está ahí? Esa brillante. Esa es la cabeza. Y las Tres Marías? Forman el cinturón. Ves esa otra más a la derecha? Que brilla un montón? Es el disparo de la fecha" - A todo esto estaba medio borracho, en el patio del boliche, haciendo la forma de la constelación con sus brazos y piernas - Era una escena bastante tierna y dulce; aún la recuerdo y me enamora.
Nunca me interesó la astronomía ni esas cosas que tienen que ver con eso. Pero esa noche fue diferente. Quise aprender; quise que Él me enseñara.
Esa noche no fue una noche más. Esa noche fue especial.
Esa noche me enseñó algo que recuerdo todas las noches que miro el cielo. Miro el cielo y está Él ahí, en la constelación de Orion.

Niceto

Habíamos planeado ir a un recital ese día, caía miércoles. Él llegó alrededor de las 19hs con su amigo y fuimos los tres a tomar una cerveza mientras esperábamos a una amiga que también iba a venir.
Ya era la hora de ir a Niceto, además tenía que encontrar un lugar para estacionar. Entramos. Claramente no había empezado todavía y tampoco tenía intenciones de empezar a horario. Mi amiga se había olvidado el documento entonces no podíamos subir al primer piso donde era para mayores de 18. Pedí en puerta que por favor me dejaran salir para buscar el DNI y aceptaron. Corrí dos cuadras de ida y dos de vuelta; a esa altura necesitaba un transplante de pulmón. Volví a entrar y subimos a tomar algo. Él me abrazaba; me sentía completa. Estaba en el lugar que me gustaba, viendo al artista que me gustaba, con la persona que me gustaba. Qué más podía pedir?
Empezó a tocar y bajamos. Al tercer tema lo perdí. Me quedé con su amigo y mi amiga; aunque después lo perdimos a su amigo y quedamos nosotras dos solas.
Una vez que terminó el recital salimos afuera con mi amiga a esperarlo a Él y a su amigo. Apareció su amigo, pero Él no. *Dónde estará? Se habrá encontrado con ella? Y si se van juntos? No quiero verlos juntos. Yo sabía que esto iba a pasar; soy una estúpida* De pronto lo veo a lo lejos y le grito - claro, no iba a escucharme porque no escucha bien de uno de los oídos -, me acerco y  le hago señas. Nos quedamos ahí en la puerta un rato más tomando unas cervezas y fuimos a buscar el auto para volver. Una vez que llegamos al barrio fuimos a comprar una pizza y nos fuimos para mi casa a comer y a dormir.
Él se sentó en uno de los sillones, pensativo; yo estaba dando vueltas por la casa. De pronto me dice "Vos sabés?... La ví y no sentí nada" . Me senté a upa suyo y nos quedamos un rato mirándonos, acariciándonos las manos. Fueron las palabras suficientes para que terminara de decidir que quería poner mis fichas en esa relación. Me permití enamorarme.
Era Él la persona que quería a mi lado todos los días.

90 kilómetros

Era mitad de semana y le había prometido que iba a ir a su casa cuando terminara de rendir; y así fue.
Agarré todas las cosas necesarias para pasar la tarde en su ciudad, me puse ropa cómoda para poder sentarme en el pasto a tomar mates, plata para el peaje y el GPS.
En ese momento estaban arreglando la autopista, sumado a que siempre me pierdo manejando, terminé en Villa Madero. Sí, me fui absolutamente para el otro lado. Volví a setear el GPS para poder llegar a su ciudad. Después de muchas vueltas, rulos de autopistas, tránsito, mensajes con Él y un peaje demás, llegué a su ciudad. No sabía dónde estaba, nunca había viajado tantos kilómetros sola. Por primera vez Él llegó después de mí. Se subió y fuimos a una estación de servicio a buscar agua para el mate. Me llevó a recorrer el centro de la ciudad - de la mano -, conocí a su hermana y aprovechamos para comprar algo para comer con los mates. Fuimos hasta la Costanera donde nos sentamos en el pasto (que estaba frío y húmedo) y entre mates y charlas se pasó la tarde. Me invitó a conocer su casa y a seguir tomando mates; accedí.
Llegamos a su casa, calentamos agua y nos sentamos a charlar; también nos sacamos nuestras primeras fotos. Ya era demasiado tarde, estaba muy enganchada con Él.
Quería pasar mi tiempo con Él, abrazarlo, besarlo, cuidarlo, quererlo. No quería volver a mi casa; quería quedarme con Él.
Finalmente volví a mi casa alrededor de la medianoche; me sentía rara, pero feliz.

Ya no quería pasar más tiempo lejos de Él; necesitaba verlo más seguido.
Lo amaba en secreto.