Helado de frutilla para siempre; hasta que fuéramos viejos. Ese era el plan, nuestro plan.
La vida nos juntó. Y después? Qué pasa después?
Hoy, siete meses después, el último chau. La última despedida antes que se tome el Chevallier que lo lleva a su ciudad; ese pequeño gran infierno.
A pesar de todo y de todos los que no apostaban por esto, helado de frutilla para siempre.
La eternidad nos pertenecerá.